Porque los nombres difíciles de escribir siempre me resultaron cómicos, y, a la vez, misteriosos. A dos hechos me remito:
1. - Soy de los pocos fans de Gwyneth Paltrow que no valora ni su belleza interior ni su belleza exterior.
2. - Soy de los pocos que se rieron con la secuencia inicial del Monkey Island I.
3. - Soy de los pocos que necesitan enfrentarse al sujeto Dashiel Hammet considerándolo frontera entre humanismo y pensamiento revolucionario. Frontera que, según cómo se aborde, cómo se cruce, con papeles o sin ellos, con visa o sin ella, con contratación en origen o sin, permitirá la creación de prácticas reales vividas
no adheridas sobre la vida
no colocadas bajo la vida
no amalgamadas entre la vida
sino con la vida.
(¿con la vida de quién? de quienes sufrimos, literalmente, como enfermedad, la distancia entre nuestras ideas y sueños, y nuestros días y calendarios)
(¿para quién? paraguayo).
(¿volverás a hacer el chiste de anunciar dos puntos y después poner tres? sí, cambio y corto.)
Yo también me reí con esa secuencia inicial.
ResponderEliminar"Vote a la gobernadora Marley. Cuando sólo hay un candidato, sólo hay una elección".
ResponderEliminarQué grande, el señor Guybrush Threepwood.