jueves, 23 de abril de 2009

Una histora de esperanza.

1. En una guerra contra el mundo.

Querido amigo Dashiell, me pregunto si siempre va a ser así de difícil. Ahora verás a lo que me refiero.

Se llama "Fóllame". Es la peli de Virgine Despentes que escandalizó a media Francia (la otra ni se enteró, como siempre) y, a través de ese escándalo, sacó (a Virgine) del underground a la palestra pública más mediatizada. Se trata de la road movie destroyer de dos heroínas guerrilleras follando tíos y pegando tiros que se desenlaza (entre otras cosas) tras la violación de una de las protagonistas. Una reivindicación del status de los actores porno como tales (actores), una reflexión sobre la violación (se tradujo no por nada como "Rape me" al inglés), sobre lo transgresor y lo establecido...




Pero, sobre todo, es una película sin esperanza. Llevo, en realidad, mucho tiempo detrás de terminar estas líneas porque mi relación con la esperanza no es algo sencillo, sin embargo, Dashiell, es necesario, es imprescindible, que los pequeños hallazgos que vayamos haciendo los podamos ir compartiendo. Está ahí lo frágil de estas líneas.


Bien, es el momento de aventurar una tesis: la revolución no es una línea recta.


Me explico: "Fóllame" es una película transgresora, y pretende serlo, con lo cual, consigue ese objetivo. Pero la cuestión es ¿qué transgrede?


Imagínate la misma venganza de nuestro post anterior, la de "El caso Slevin" solo que sin ningún puto juego de manos sino, todo lo contrario, arrancar y apretar el acelerador hasta pegarse de piños contra el muro. Un ataque frontal al sistema, querer devolverle la violencia por la vía directa a una realidad que es estructural, esa es la lógica de la guerrilla. Por sí misma, una forma de afrontar la realidad así, no deja opción alguna a la esperanza, la peli es muy explícita en eso. Sin embargo, lo interesante comienza en ese punto precisamente porque para mucha gente, "Fóllame" abre, dicen, la puerta a la acción política. Es curioso, porque en principio... más bien lo que nos motrarían es un camino cerrado.


¿Qué sucede entonces para que caigamos en esa confusión?


La clave para entender que nos va el rollo héroe (es decir, las ficciones de la revolución) reside en que deje de importarnos si nuestra apuesta puede ser adaptada por otros, cuestionada por otros, reinventada por otros, y que deje de importarnos qué tiene que decirnos la realidad. La acción del héroe es independiente de la realidad, se despega de la realidad, y por tanto no rinde cuentas más que a su propia fantasía. ¿Significa eso que no aspira a tener seguidores? Al contrario, pero siempre serán fans, admiradores de sus hazañas. La acción del héroe es la imposición contra la realidad de sus planteamientos, el desarrollo de una ficción. Todo el que realmente (sic) se decida a afrontar un cambio de la realidad, sabe que ha de afrontar las causas, no entrar al trapo de las consecuencias y enmarañarse a pataletas contra ellas. Sin embargo, si lo que pretendemos es representar, desarrollar una ficción de acción política, lo mejor es enmascararlo con una supuesta acción directa irrealizable. El llamamiento al enfrentamiento directo ante una realidad que no ejerce su violencia directamente sino estructuralmente, es el escondite perfecto para la mejor política de ficción, aquella que ha claudicado de cualquier transformación y sólo busca la ficción por sí misma. "Fóllame" es la propaganda de esta forma de ficción, que, en la representación de una supuesta política desnuda, de confrontación directa, anula toda acción real. Es la misma lógica de la pornografía: en la apariencia de una presentación directa del sexo, hacemos desaparecer el sexo. Sin embargo, es precisamente una de las dos directoras de la película, Virgine Despentes, una de las destripadoras de la pornografía en este sentido, de las que mejor han desmantelado el dispositivo ideológico de la pornografía. Tanto en "Teoría King Kong" como en otros textos, también de Beatriz Preciado y otras, tenemos una disección muy profunda de la pornografía como mecanismo de control social y construcción de la subjetividad. Por ejemplo, en "Testo Yonqui" de Preciado encontramos una referencia expresa al proceso que denomina principio Weber-Hilton: "el objetivo no es la producción de placer, sino el control a través de la gestión del circuito escitación-frustración de subjetividades políticas. El objetivo del porno, como del trabajo sexual, es la producción de satisfacción frustrante. La satisfacción frustrante define a cualquier otra producción en la economía posfordista". La insurrección frustrada es, igualmente, el principio de constitución del héroe.

La forma en la que ese mismo principio es totalmente válido para "Fóllame" es toda una ironía. Entonces, ¿cómo es posible que, semejante análisis del sistema, nos proponga en el actuar esta revalidación del mismo?

Intelectualmente, podemos acceder a extensas y complejas disertaciones sobre el funcionamiento del sistema. Editoriales, webs, todo tipo de publicaciones, son el campo de batalla de posiciones teóricas enconadas que se acometen, unas a otras, desde unos aprioris ya teóricos. Citamos a maese Arozamena Coterillo: "La teoría no se opone a la práctica, sino a lo real". Un concienzudo análisis de la estructura puede ser lo que necesite, para cerrarse, para replegarse sobre sí misma, una posición de radical desesperación, para poder legitimarse por sí misma en un circuito de retroalimentación de satisfacción frustrante.


Para poder ir a la tele y tener ficciones de diálogo con presentadores que fueron a alguna mani en los 70, para publicar ficciones de libros con propuestas de liberación, para poder escribir frases de ficticio ingenio en nuestras camisetas no-planchadas, para poder congregar movimientos en los que ponemos sobre la mesa, compartimos, únicamente nuestra desesperación, lo único que podemos compartir. La propia Beatriz Preciado (de hecho, defensora de la potencia revolucionaria de "Fóllame") lo dirá de esta manera:

"La noción de snuff, radicalmente post-postmoderna, se opone al carácter mimético, teatral y simulado de toda representación, afirmando, por el contrario, el poder de la represntación para modificar la realidad, o lo que es lo mismo, el deseo de lo real de existir en y para la representación. De ahí la relación ardiente entre pornografía, snuff y política. Hoy, algunas listas de películas snuff incluyen las rodadas por los militares del ejército aliado o por los soldados nazis dentro de los campos de concentración, el vídeo de Zapruder del asesinato de John F. Kennedy, la película del asesinato del rabino Yitzhak, los vídeos de las ejecuciones en directo de los prisioneros de guerra en Afganistán o en Iraq, los vídeos de la armada americana que muestran la destrucción de pueblos iraquíes, las imágenes de la destrucción de las Torres Gemelas en Nueva York y el ajusticiamiento de Saddam Hussein. La política se ha vuelto snuff: exterminación por y para la representación."

Dicho esto: que la representación se convierte en un fin en sí mismo de la acción, por tanto, una ficción completa: no bombardeamos este pueblo iraquí por ninguna otra razón más allá que las imágenes en verde y negro del telediario, siendo esto la negación de la política, si el sistema es más punk y más snuff y más porno y más salvaje que cualquiera de nuestras canciones ¿cómo se puede defender "Fóllame"? B. P. nos va a dar una posible respuesta un poquito más adelante, también en su libro "Testo Yonqui":

"El problema es precisamente que nadie vendrá a salvarnos y que nuestra desaparición, aunque certera, no es sino relativamente inminente y que, por tanto, habrá que pensar en ir haciendo alguna que otra cosa mientras nos extinguimos, mutamos, o nos mudamos de planeta. Incluso si esa otra cosa es acelerar nuestra propia desaparición, mutación o mudanza de manera intencional. Habrá que tomar las cosas como son, imaginar los principios constitutivos de una nueva filosofía pornopunk para los siglos venideros."

"Habrá que tomar las cosas como son". Era necesario llegar aquí, porque en varias de las cositas que últimamente estamos discutiendo a través de este blog, llevamos a cabo llamamientos a la realidad, escuchar a la realidad, deshacernos de prejuicios made in Theory y demás, y B. P. nos va a obligar a matizar realmente todo esto. Precisamente, el llamamiento de nuestra testo-chica viene después de la crisis de las "salvaciones". Abolidos los grandes relatos de salvación (B.P. incluye el feminismo), ahora podríamos pensar que iba a proponernos empezar a hacerlo por nosotros mismos, ver, juzgar y actuar por nosotros mismos, como colectivos que pueden caminar hacia la autogestión de su política y su teoría, es decir, de sus relaciones constitutivas internas y con el mundo. Sin embargo, esta no es la posición de B. P., todo lo contrario. Su "habrá que tomar las cosas como son" no viene a cuestionar nuestras premisas punk ya que el sistema es más punk, sino que Bea propugna ser aún más punk que el sistema, ¿cómo? la intoxicación voluntaria, el Principio de autocobaya: sólo hay una política, pues el sistema es más como nosotros (más punk, más porno, más snuff) que nosotros mismos, así que tratemos de oponernos ganándole en esa misma carrera, es decir, si el sistema nos gana siendo más nosotros, nosotros podemos ser más sistema y dice el principio de autocobaya: "es posible curar la enfermedad con una sustancia que, como en un espejo terapeútico, causa los mismos síntomas que la enfermedad en la persona sana."

Esta es la apuesta política de "Fóllame". Si el totalitarismo posmoderno sólo nos deja su puerta, rompámosla de traspasarla. Es en este sentido en el que puede decirse que la peli es transgresora: en no serlo en absoluto. Se trata de llevar a cabo, de forma consciente, la acción política que nos propone La Más Grande (Molinilla dixit):



Romper el sistema, de tanto usarlo.

Es por esto por lo que decimos que "Fóllame", así como las políticas de una buena parte de los colectivos sociales hoy, basan su existencia en la desesperación, en el circuito de satisfacción-frustración que lo mantiene en pie. Eso es lo que propongo discutir hoy, la forma en la que dos francesas deciden devolverle la violación al mundo desde un apriori que no podemos ver en tanto que compartimos: la negación de la política revolucionaria.


2. "Es increíble todo lo que puedes ver mientras esperas"



En 1999, ve la luz "The straight story", una película de David Lynch para Disney. La historia de Alvin Straight, un viejo de 73 años enfermo de enfisema que vive con su hija, y que recibe una carta de su hermano, del cual lleva diez años sin saber nada, diciéndole que está muriéndose. "The straight story" es otra road movie, y es una respuesta a nuestra desesperanza. Porque sí se puede hacer

y es sólo algo. "Algo" es muy poco. Muy poco. Pero es "algo", lo es si al menos no va encaminado a aparentar que es mucho. Si va encaminado a...



... el hermano, al que sale a buscar, es Harry Dean Stanton. Nuestro Travis.


3. La desesperación come personas, pero no todas.

Y sí, digo, es una película de Disney. Supongo que se me puede objetar un criterio realista: esas cosas pueden hacerse en películas de Disney.

Mi respuesta sería: ¿es la guerra en la República Democrática del Congo una película de Disney?




Su canción no es punqui. Es música de encuentro.

4 comentarios:

  1. Lo de que la revolución no es una linea recta está muy claro.
    Lo que no entiendo es por qué la forma de afrontar la realidad de la guerrilla no deja opción alguna a la esperanza. Entiendo que con guerrilla te refieres al estilo Che y no al estilo Fidel. De hecho en la peli Guerrilla hay una escena en la que Fidel negocia con el resto de partidos opuestos a Batista, y el Che está totalmente en contra. Vive una ficción. Y la vive desde el principio, cuando él dice que acompaña a Fidel si puede repetir la misma "azaña" en el resto del continente (todo un heroe) y le dice Fidel, tú si que estás loco!
    Por eso creo que en el momento que cualquier persona pretende luchar contra el sistema ejerce la violencia. La clave está en la violencia estructural.
    Bueno, realmente cualquier persona independientemente de su consciencia,no? forma parte de la lucha de clases.
    Los "comunistas" de acción directa (no pondré apellidos), son los che guevara de "Guerrilla".
    "El objetivo del porno, como del trabajo sexual, es la producción de satisfacción frustrante." Por eso digo que muchas de las manifestaciones (en las que he estado también) son masturbaciones colectivas. Por eso carga la policía contra los estudiantes antibolonia, para que solo perciban esa violencia, la enfrenten y se frustren. ¡igual que en el 68! Hay algo más violento que la indiferencia con la que los políticos veían los encierros? Pero es una violencia estructural. No da el gustirrinin de salir por la tele arrastrado por un mosso.
    "no bombardeamos este pueblo iraquí por ninguna otra razón más allá que las imágenes en verde y negro del telediario, siendo esto la negación de la política," Igual que la tortura televisada.
    El resto no lo entiendo bien. Ser más gore que el sistema no es montar una guerrilla y torturar a los banqueros?
    Y dónde está la esperanza en la guerra del congo? Yo lo único que veo es supervivencia, resistencia como mucho, pero esperanza?

    ResponderEliminar
  2. El Moncadista como debe ser, preguntando y abriendo diálogo que para eso he abierto esto, para los que queremos hablar (de estas cosas) y no nos vemos.

    1º. Hay muchas cosas de las que dices con las que estoy totalmente de acuerdo contigo: las manis son pornografía. Teniendo en cuenta también no sólo lo de la frustración sino también lo exhibicionistas que son y lo falsamente celebrativas que las hacemos (¿por qué tanta fiesta si se trata de una guerra, o de terrorismo patronal, etc.?)

    2º. Con lo de la guerrilla: la guerrilla nace de la desesperación. Sé que resulta paradójico, pero la gente de la no-violencia me ha hecho verlo así. Si te fijas, la guerrilla, en el mejor de los casos (es decir, en el caso de que no sea un ejército regular disfrazado de guerrilla, léase FARC) es la forma armada de una organización política que se supone que quiere cambiar la realidad y que ha pasado a las armas porque no consigue que la gente se ponga de su lado. No consigue que la gente se ponga de su lado: eso es el aspecto que siempre se me había pasado y que esta gente de la no-violencia me ha alumbrado. No consigue que la gente se ponga de su lado y, en lugar de reconocer eso, hace un acto de fuerza.

    ¿Por qué la gente no desobedece al Poder contra el que te has levantado en armas? ¿Por qué eres tú el único que "desobedece"? Porque tu forma de "ponerte en pie" es una forma solitaria y minoritaria de hacerlo que no puede ser seguida. La guerrilla tiene, como fundamento ideológico, que la gente "no se atreve" y pretende ser algún tipo de revulsivo.

    A mí la peli del Ché me parece una porquería pero, fíjate una cosa, la gente que se une a la guerrilla, ¿por qué lo hace? ¿por magia? ¿qué les convence? De repente, van por la selva y se encuentran con unos hermanos que se suman... pero, vamos a ver, ¿qué proceso psicológico, ideológico, etc. les ha llevado a hacerlo? ¿dónde está el cambio en su lógica? La guerrilla parte de la desesperanza de que nadie puede compartir la insurrección contigo, así que tienes que ser un héroe y morir joven, guapo y en foto. Esa es la lógica no ya la del Ché, sino también la de la peli fóllame.

    ¿Por qué utilizo lo de R.D. del Congo?

    http://anews.eu/gb/videos/view/668

    Primero, porque los Mai-mai lucharon con el Ché. Después, por cómo abre a la posibilidad de trabajar políticamente. Supongo que has visto el final, no es un documental cualquiera. Se trata de unas mujeres que, frente a una violencia directa, han apostado por el trabajo lento pero dentro de sus creencias, sin ceder a la desesperación. Su canción del final...

    No son cualquier cosa, son, para mí, la respuesta concreta a la desesperación de Fóllame. Mediadadas por el viejecito de "Una historia verdadera" ("The straight story" = "la historia correcta", que sería su traducción literal), que para mí es lo que no aparece en el docu de Wenders y es el paso previo: ¡sí se puede hacer algo! Y no en plan Yes We Can de Obama (que por cierto, se lo copia a César Chávez y los obreros chicanos agrícolas de California, otros que iban poquito a poco) con todos los medios del mundo sino: simplemente. Quiero ir a ver a mi hermano, y dicen que no se puede hacer nada, que soy viejo y él también y simplemente moriremos. Pero no, puede hacerse, cualquiera puede hacerlo. Cualquiera, y parecerás un payaso, y parecerás un cabezota, pero puedes hacerlo, puede hacerse y podría hacerlo cualquiera. Ese es el primer punto. Después, Ellas.

    Me gusta tu frase: "Yo lo único que veo es supervivencia, resistencia como mucho, pero esperanza?". Me gusta tu frase. Monca, ¿qué necesitarías para que hubiera esperanza? ¿un proyecto para tomar el poder en el Congo?

    No, ellas simplemente lo hacen. No hay ensoñaciones. Hacen lo que tienen que hacer, pero sin torcer, sin hacerlo contra los demás y sin perder el norte. "Yo lo único que veo es superviviencia". Sí, yo también. Van al máximo de lo que puede hacerse desde su visión, y se convierten en el verdadero enemigo de la ONU. Échale un vistazo a la planificación familiar de los organismos internacionales en África y te darás cuenta como esas mujeres, haciendo lo que hacen, son el verdadero enemigo del sistema, y el sistema lo sabe.

    Así que, como nosotros estamos todavía en la fase de romper con la desesperanza, y necesitamos a nuestros Alvin Straight, sentado junto a su herman, cuando mira el tractorcito cortacésped:

    - ¿Has conducido esa cosa desde lejos para venir a verme?

    - Sí, Lyle.

    Ya está.

    ResponderEliminar
  3. Si no te conociera te diría que eres como poco utópico, en el sentido de idealista.
    Cómo sabe el "guerrillero" el momento en que su acción deja de ser desesperación y es revulsivo. ¿dónde se compra ese termómetro? Porque se nos caía la baba pensando en que Lenin era capaz de tomar la temperatura de las masas...me río yo de su termómetro. En julio se les fue de las manos, y en octubre...unos cuantos dijeron vamos a por todas, pero sí, sin desesperación, de alguna manera estaban convencidos (y afortunadamente en lo cierto). Pero eso roza la ciencia ficción. La verdad es que hay mucha más gente q de alguna manera siente que esto no puede seguir así de la que imaginamos. Entonces se puede decir que la gente se divide en 3 grupos, los totalmente inconscientes, los conscientes de que viven en el capitalismo y los que lucharían/luchan por cambiarlo. Llega el día en que el 3er grupo se hace "fuerte", y dice que hay que tirar pa´lante. ¿no tiene que imponerse al resto? Debe seguir "convenciendo"? Porque no hacerlo denota desesperación?
    Por eso tenemos dos problemas, por un lado medir la temperatura y una vez que vemos que no es la más idonea, liarnos la manta en la cabeza (JJ dixit) y pa´lante.
    Comentábamos ante lo de la necesidad de la toma del poder. Los dos sabemos que el poder de Estado no es la poli y el gobierno, está en nuestras relaciones personales, Ideología, to eso. y tb conocemos la capacidad de la gente de enfrentarse a ese poder, e incluso echarlo abajo en su entorno. Ponías el ejemplo de las mujeres del congo. Pero el poder político hay que tomarlo, aunque sea para destruirlo, aunque sea con la inventiva y la iniciativa de la gente, innovando, no imponiendo, con una ética, etc,etc. Pero hay que tomarlo, y tio, si tú y yo nos cagaríamos patas pa abajo con un kalasnikov, imagínate el grupo 2 de antes...
    Creo que este es justamente el punto que me gustaría profundizar, en qué consiste la toma del poder del Estado (tal como lo entendemos nosotros). Y cuál es el resorte que hace que una persona "consciente" de su explotación (por decirlo de alguna manera) tenga la necesidad de cambiar su situación y se haga "revolucionaria". Lo pongo entre comillas porque conozco gente que es revolucionaria sin saberlo.
    seguimos

    ResponderEliminar
  4. Los valores de la sociedad que propugno han de estar en las acciones que llevo a cabo para alcanzarla. ¿Qué tal esa frase como medida de la desesperación? Cada atentado a esa frase sería, según mi propuesta, un acto de desesperanza.

    Te lo razono brevemente así: la desesperación oculta que, de facto, has dejado de creer en tus propios valores y, por tanto, no te parece imprescindible que estén en la acción que llevas a cabo.

    Coméntame.

    ResponderEliminar

Portada

Este es el blog "Cartas a Dashiell"