viernes, 17 de abril de 2009

El Shuffle de Kansas City.

Se llama Érika, es peruana, tiene 35 años y estudió informática de gestión, donde conoció a Marco. Ahora viven juntos, pared con pared con mi habitación. Ha pasado tres meses en paro, la largaron del Rodilla donde trabajaba, en la estación de Méndez Álvaro, y ahora curra en una frutería propiedad de unos marroquís. Lleva tres semanas ahí, trabaja más de 50 horas, cuando debería trabajar 40, y no le van a dar de alta en los 3 primeros meses, según dicen. Necesita el alta en la Seguridad Social para renovar la tarjeta de residencia. Son cosas que pasan.

Erika y Marco viven muy bien, mejor que yo. Como subarrentan las habitaciones de nuestro piso, el piso les sale gratis y Marco ahora también tiene trabajo. Con los ahorros que van consiguiendo, tiran para adelante. Cuando se vieron más ajustados, nos pidieron permiso para sacar otra habitación del salón, con lo cual les llega dinero extra. Cuando hablamos de persecución a los ilegales, pensamos en chicos subsaharianos que se jugaron la vida en patera y ahora venden CDs, Erika y Marco no recuerdan esa imagen, para nada. Capean como pueden la situación y van mandando dinero a Perú, están acostumbrados a reventarse a trabajar, se van de juerga cuando pueden, están aprendiendo a jugar al ajedrez, y son felices viendo la tele peruana en su cuarto y cuidando de su acuario.

Le pregunté qué tiene pensado hacer con lo de la tarjeta... y no lo tiene muy claro, le pregunté si sabe qué es un CIE, si sabe qué consecuencias puede tener andar por ahí sin papeles. Y no lo tiene muy claro. Erika y Marco viven bien, alejados de la imagen que podemos tener de un inmigrante ilegal... pero cualquier día, puede que se cuelen en el Metro, o simplemente estén parados en una cabina haciendo una llamada, o pasen por el intercambiador de de Avd. América, y, ese día, comience un proceso en el que terminen en un centro de internamiento, sin haber cometido delito alguno. Érika es el paradigma de alguien que, sin "meterse en líos", cumpliendo las leyes, las normas, puede caer en el agujero: un agujero que es cada vez más grande para todos.

Es un juego de manos.



Durante mucho tiempo, yo y otros (algunos de los que leeréis esto entre ellos) nos hemos dedicado a combatir la idea de que el ejercicio concreto del Poder se establecía a través de una gran conspiración internacional que lo controlaba todo estilo Gran Hermano, acudíamos al concepto de ideología dominante, al sostén del status quo a través del consenso social, a las prácticas, al "lo hacen pero no lo saben" y demás. Sin embargo, ahora puedo decir que es una forma combinada de ambas, eso es el Shuffle de Kansas City. No es que los mecanismos clásicos de control social hayan desaparecido o se hayan debilitado, al contrario, se han incrementado:



pero, lo más importante, es que existe una planificación para construir la resistencia a estos mecanismos. Hay un plan que nos afecta a nosotros más directamente que ese contro, porque hay un plan para constituirnos. Un ejemplo muy claro es la táctica que ha seguido el Clan Rockefeller, una de las familias más poderosas del mundo, si no la más. Poseedores de un emporio supraholding internacional de empresas, un entramado de control político inmenso, son, por sí mismos, un Estado propiamente dicho. Y, además de estar directamente implicados en invasiones y guerras en todo el mundo en pos de sus intereses económicos más directos, poniendo y quitando presidentes que es lo que, al fin y al cabo, cualquier podría esperar de ellos, tienen un lado oscuro. Pero, ¿cuál puede ser el lado oscuro de la gente que constituyó, junto con Kissinger, el llamado "Gobierno en la sombra"? Pues pongamos varios ejemplos: financiaron al Mao de la Larga Marcha, tenían negocios con Stalin, financiaron sindicatos y son los responsables de las cátedras de estudios feministas que impulsaron, en EE.UU. primero y en todo el mundo después, la llamada ideología de género. Hasta donde sé, parece que ese ha sido uno de sus grandes éxitos, un movimiento de militancia global que trasciende a los clásicos posicionamientos políticos (todo el arco parlamentario, y desde luego y sobre todo, las organizaciones sociales, desde sindicatos a grupos más pequeños). Añadamos que, junto con La Caixa, están entre los que financian los encuentros del Foro Social Mundial.

Mientras todos miran a la derecha, yo voy a la izquierda, ese es el Shuffle de Kansas City. Un baile. Mientras la lucha se establece entre conservadores, liberales, postcomunistas, feministas, etc., mientras todos juegan mi juego, yo simplemente tengo que alimentarlo.

"El caso Slevin" (Paul McGuigan, 2006) es la historia de un plan. Un plan que lleva fraguándose 20 años.





Lo interesante de la película es que, esta vez, el Shuffle de Kansas City va a ser utilizado "contra" el Poder. Del discurso de "Smith", Bruce Willis, podemos destacar varias cosas, pero sobre todo, que es una presentación. En "El caso Slevin" va a suceder una venganza, de hecho, es una película también sobre la venganza. El Poder va a sufrir una venganza, una venganza absoluta, y lo harán a través del Shuffle de Kansas City, del baile, harán bailar al Poder, eso es lo interesante: ser más "listos" que ellos. Pero, como decimos, ser más "listos", controlar la situación, a través del juego de manos de Kansas City, no es tener el control de todos los actos concretos, al contrario, se trata de colarles, en las narices, tu juego mientras que ellos lo juegan con pasión.

¿Qué pasa entonces con Érika? Bueno, deberíamos empezar por saber qué es un C.I.E. y tal, eso está claro. Puede parecer ridículo plantear que ella sea más "lista" que Ellos... pero también sería ridículo ofrecerle, como salida, asistencialismo de jarabe rápido: tomar y listo, ya estás curado.

La clave de la película está en el personaje de GoodCat. Sin ese personaje, la venganza que llevan a cabo estaría dentro de los mismos códigos que el Poder, y eso sería iluso. Hay un cambio que opera en el guión que el Poder tenía preparado para GoodCat, y que vemos en el diálogo final:

- Creí que no lo entenderías.
- Lo hubiera entendido.
- ¿Cómo supiste lo nuestro?
- Soy un asesino de primera, estúpido, cómo no voy a enterarme...

Entre: "Lo hubiera entendido" y "soy un asesino de primera", está la contradicción: si eres un asesino, ¿cómo vas a entenderlo? (y tú, Dashiell, si no ves la peli, te quedas a cuadros con todo esto que escribo aquí). Al final, entendemos al chico, ¿pero qué pasa con GoodCat? ¿qué le movía a comportarse así? ¿cual es el secreto de la desobediencia?

La peli no nos muestra qué pasa con GoodCat para que dedique 20 años de su vida a esta venganza. Si lo hiciera, ya no sería una peli para pasar el rato, estaríamos hablando de algo más serio. Por eso, la peli le sirve a Érika, pero sólo para enunciar que es necesario un cambio de lógica.

Para empezar, la fragmentación de los propios inmigrantes, no sólo entre nacionalidades, sino entre ellos mismos, en sus conversaciones privadas hablan menos de estos temas que "los de aquí", los "sociales", lo cual, para nada significa que no les interesa. Por otro lado, cuando se unen, lo están haciendo bajo nuestro auspicio, bajo nuestro permiso. Sé que esto que voy a decir suena chocante, pero, si no es así, si lo que está ocurriendo es que, en realidad, les organizamos nosotros, en nuestros ambientes, con nuestros complejos, con nuestras renuncias a abordar las causas... si no es así, si me equivoco, cómo un testimonio como este



se utiliza para una campaña de legalización del top-manta. Si no somos nosotros, los progres, los que no nos jugamos nada en esto, los que imponemos una lógica de lucha y organización, ¿cómo se explica que se pida la legalización del top-manta al estilo de las reivindicaciones legalistas en las que nos movemos siempre nosotros, abordando las consecuencias antes que las causas?

¿Significa eso que los migrantes son revolucionarios si se les dejase? Bueno, no tengo respuesta para eso, sólo digo que en España, cuando quieres luchar, lo haces en un ambiente que tiene unas concrecciones muy claras en la forma en que se organiza (desde lo natural que es empezar una asamblea 30 minutos tarde hasta que hablen los de siempre en la reunión, y que esto se solucione abriendo un turno para todos...), que son las nuestras, y en lo que sale de ahí, que se mantiene en nuestra lógica politica.

Por tanto, para poder jugar nosotros nuestro Shuffle de Kansas City, necesitamos nuestra lógica. GoodCat revolvió la situación y dio pie a una intrincada trama argumental, entretenida para un sábado por la tarde, por cómo pasó ese vacío que queda intratado en la película. Y al que dedicaremos, también por la apertura de Mr. Coterillo en su comentario al último post, la siguiente entrada.

2 comentarios:

  1. El que prepara 20 años la venganza es Slevin.GoodCut solo le ayuda formando parte del plan de Slevin.Si era una asesino de primera no habria estado 20 AÑOS planeando eso, lo habria hecho en dos meses.

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  2. GoodCut nunca habría podido hacer la venganza en dos meses, porque entonces ho habría sido venganza. Necesitaba esperar 20 años. La película no da ninguna razón para no pensar que esos 20 años los han pasado juntos.

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