jueves, 14 de julio de 2011

No intente esto en su casa: de Semprún a Hessel, tol mundo es bueno: en defensa de la corrupción política.

En serio. Muchas idioteces se dicen en este blog. Y es posible que muchas queden por decir..., pero tenga una cosa clara, cuando Dashiell Hammet y yo hacemos una advertencia, tómela bajo el formato de ley absoluta, y este es el caso. No intente esto en casa, no intente maquillar a nadie, porque eso significa, básicamente, que usted maquilla un cadáver.

Han decidido matar a Semprún: "Demasiado bueno para hacer política en España". Sí, son una panda de hijosdeputa, y sí, yo voy a marcarme una entrada larguísima demostrando firmemente que estos son unos hijosdeputa, porque, claro, esa es su forma de hacernos llevadero que, claro, si los otros no son buenos (luego, son malos) es porque hace falta ser un poquito malo para hacer política, por tanto maquillan el cadáver para maquillarse ellos y etcétera... Pues sí.

Pues sí...

...bueno..., Dashi, ¿qué hacemos?, quiero decir que, bueno, iba a ser un post super largo, pero hemos dicho todo lo que teníamos que decir en dos líneas... Hay que inventarse otra cosa, y rápido, que estos ávidos lectores no sospechen, no vayan a llegar a la conclusión de que las cosas pueden decirse de forma sencilla y se nos vaya al traste-ro tanta parafernalia...

Vale, ya está... Hessel. Hessel dice que Semprún fue un kamarada polizei (kapo, los comunistas solían ser utilizados como policías dentro de los campos de concentración nazis), y su hermano también lo dice... ah, no, que no lo dice, osea, que sí, que sí lo dice, pero que no es verdad (improvisar un post es una lata)... Pero, lo que está claro, es que Hessel es aún más bueno que Semprún, porque le usan para reflotarle o rehundirle: de lo que diga Hessel depende el futuro del alma del difunto. Claro, Hessel es aún más bueno, ni siquiera fue ministro, redactó la Carta de Derechos Humanos, ¿se puede ser más bueno? Aro dice que yo tengo cara de bueno, pero eso lo decía cuando aún Hessel no había publicado su libro, porque eso sí que es tener cara de bueno.

Hessel es tan tan tan bueno, que lo que siente ante lo mal que está el patio es ¡indignación! Y, sí, tú, como cualquier mindundi también la sientes, pero él va y la publica. Pero, además, en imperativo ¡indignaos!

Y van otros, que son españoles, y, por tanto, no tan buenos como Hessel, y su imperativo es aún más directo: DESPERTAD,

ah, no, coño, que esa es la de los Testigos de Jehova... La de José Luis San Pedro es "Reacciona".

Mucho sarcasmo suelto,
rezuma el tema, sí,
efectiviwonder. Pero no te preocupes, es en pos(t) de una buena causa: defender la corrupción política.

Sí, la corrupción política está muy mal vista, y es necesario defenderla, ya está bien de injusticias. Un señor engominado, panzudo, con gafas de chungo y que es marido de la Pantoja, resulta que se queda con pasta. Y nos indigna, es el sumum de la indignación. ¿Sabes por qué te indigna? Pues si no lo sabes, te lo digo yo: te indigna porque te crees que el dinero que ha utilizado para construir sus chaletes es dinero tuyo, de los ciudadanos. Pero eso no es verdad, o al menos, ya no lo es.

Otro ejemplo: viene el Papa a España. Los laicistas se indignan. Llevan su consigna a los altares: NO CON MI DINERO. Ajam... ¿y si se lo paga el Papa?, ¿entonces sí?, ¿y si se lo paga el Ibex-35? Si te lo paga el Ibex-35, entonces puedes hacer lo que te salga, esa es la verdadera consigna laicista hoy (1).

Señoricos y señoricas indignados con la corrupción, aprovechando que ustedes son más buenos, ¿qué ocurre con los políticos que dedican su dinero no a hacerse chaletes con piscina y, por tanto, a pegarse la vida padre sino a construir CIEs, a hacer juicios políticos, a financiar torturas (y legitimarlas, es decir, demostrar que es bueno, osea, necesario)? Todo eso lo hacen políticos de su país, incluso políticos de partidos minoritarios.

Hessel intenta cargarse la política. No, perdón. Intenta sacarla de donde está y meterla en un consejo de administración. No, perdón. Intenta que las decisiones que manejan nuestra vida se tomen únicamente en un consejo de administración.

¿Queréis acabar con la corrupción? Poned una empresa que gestione. Las empresas no son corruptas, no mienten a nadie, funcionan movidas por el beneficio pero es algo que sabes desde el principio. La única política posible tras la indignación es convertir a los hospitales en ONGs, que necesiten financiarse de donaciones para asistirnos. De hecho, la democracia participativa ¿no es eso a fin de cuentas? Fíjense bien, ¿no son empresas/asociaciones las que gestionan y concretan nuestra verdadera participación, subcontratadas por ayuntamientos y diputaciones?

Bajo la consigna: menos poder para los políticos, más poder para los ciudadanos, convertimos al poder en metafísica que pueda ser trasladada de un lugar a otro, como en una esencia que realmente estuviera en una parte. Hablemos de decisiones. El señor Julián Muñoz no es ningún corrupto, es un señor que cogió dinero y lo utilizó para hacerse chaletes, ¡¡¡coño, mucho mejor que el que lo utiliza para bombardear países!!! Julián Muñoz, por ejemplo, tomó una decisión política, sus actos no están fuera de la política, ahora: ¿cual es nuestra política que es mejor que esa, que a su vez es mejor que bombardear países? La idea de la corrupción política nos lleva a que todos los políticos son corruptos, a que el poder corrompe a que... Stop.

Sí, stop. Decisiones concretas. Prefiero a Julián Muñoz, que se pega la vida padre, a Stéphane Hessel, que pide matar gente en Libia. Ambas son decisiones, ambas son acciones políticas.

Por supuesto, todos en nuestra vida tenemos que hacer cosas que no queremos, que van contra nuestras intenciones, ... Claro, es la vida. El señor caradebueno Hessel dice: hay que quitarse de en medio gente, para evitar males mayores. Es muy interesante este punto, a menudo nos hacen ver el momento de la decisión: es doloroso, pero tuvimos que hacerlo, tuvimos que hacer sacrificios, alguien tiene que hacer el trabajo sucio para mantener nuestras democracias, nuestro nivel de vida, evitar un mal mayor (Gadafi, por ejemplo), ... Sí, soy de la opinión de que los libios están haciendo bastantes sacrificios, quizás mayores que los de un señor en La Haya que hace una llamada telefónica.

Hace unos años, cuando halcones gobernaban la Casa Blanca, se dieron algunos momentos interesantes para dialogar sobre esta cuestión, que es, al fin y al cabo, la guerra ideológica que trata de evitar que pensemos en política y sólo pensemos en gestión. Un buen ciudadano yanki, no recuerdo su nombre ni su posición, nos defendía la necesidad legal de la tortura en Guantánamo bajo el siguiente punto: ¿si ese terrorista que tiene usted ante sí sabe dónde está una bomba que va a estallar, no le torturaría para poder encontrarla y salvar así miles de vidas?

Es muy interesante. La urgencia te pone en la posición de suprimir toda moral y tener que gestionar. ¿Qué harías tú?

La posibilidad de la política pasa por mandar a tomar por culo (sí, en plan heterocéntrico a tope) la pregunta tal y como ha sido formulada y decir: ¿y si le torturo a usted para obligarle a que sus multinacionales dejen de atacar el pueblo de este terrorista?, lo mismo así me dice donde está la bomba aún más rápido.

Otro ejemplo, frente a los objetivos del milenio (apoyados por Hessel, por cierto), y su planteamiento de acabar con la pobreza acabando con los pobres, ¿es posible plantear que mientras exista imperialismo habrá pobreza? ¿O simplemente nos indigna la pobreza y por tanto, ante la urgencia del hambre, planteamos primero acabar con los sometidos (esterilizaciones, control de la población forzoso, etc.) a acabar con los que someten?

¿En manos de quién nos ponemos cuando queremos dar una respuesta emocional (y la indignación es una emoción) a cuestiones que nunca han podido reducirse a lo emocional?


NOTAS.

1. No ya las típicas organizaciones laicistas como Granada Laica y demás, si no la misma CNT de Madrid ha sacado un comunicado diciendo que el problema es que el Papa va a utilizar dinero público y espacios públicos, luego, si utilizara espacios privados guay, ¿no? La otra crítica es que la Iglesia hizo cosas malas, mató gente. Oqueimaquei, ¿y algo de lo que dice el Papa hoy? No me refiero a lo que dice El País de lo que dice el Papa, sino a lo que dice el Papa, ¿algo que decir?

No.

Sólo más gestión.

5 comentarios:

  1. http://colectivonoaobelen.blogspot.com/2011/08/manifestacion-la-visita-del-papa-no-con.html

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  2. No una imagen justa sino justo una imagen: http://www.pamiela.com/bloga/?p=464

    ¡Confiemos en S. Hawking!

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  3. No justo una imagen sino una imagen justa:
    http://www.emol.com/mundografico/?F_ID=510579

    ¡Confiemos en el Papa de Roma!

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  4. En fin, espero vídeo de cuando Toni Negri se enteró de lo del 15M...

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  5. Ya sabes que no soy ningún lince en derecho burgués pero sólo por diversión hoy me puse a aplicarlo. Está donde el Alfredo:

    Hagamos política ficción: pongamos que un tal Estado al que, por ejemplo, llamaremos "español" es un Estado soberano y no la gestión de una guerra civil permanente contra el "pueblo". Pongamos que ese mismo "pueblo" fuera una categoría verdaderamente política como lo era por ejemplo para un patriota jacobino o para un un verdadero revolucionario del XIX, digamos Saint-Just, digamos Babeuf, digamos Blanqui, etc. Supongamos, ya que estamos en el mundo al revés, que un jefe de Estado (esta vez sí "verdaderamente soberano", id est, el Vaticano) invade ese primer Estado del que hablabamos y que por ejemplo llamábamos "español" (qué será eso, qué será un "español"?) donde se entrevista con el Jefe de Estado de este idem: un tal Rey. Y etc. Etc. El resto nos lo imaginamos.

    Pues bien, pongamos ahora a funcionar el derecho de gentes: ambos dos jefes de Estado serían enemigos del pueblo, tanto como las supuestas fuerzas de seguridad vendidas al invasor extranjero.

    Ni siquiera tendrían derecho a ser juzgados: deberían ser inmediatamente ejecutados por traidores.

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