domingo, 24 de julio de 2011

Amy Winehouse: el sujeto en la línea causal.

27 años como edad límite para un cadáver jóven, marioneta de las drogas, se veía venir, Candem Town es un lugar horrible, ... Amy Winehouse nos ha dado la oportunidad para sacar ese determinista que llevamos dentro. Quién le iba a decir a ella de su definitiva aportación a la filosofía, ¿eh?

Duarte me hace llegar una obra del doctor Rendueles sobre la obra de Althusser: Una explicación casual de tu propia vida, en la que expones una cadena lineal que da lugar a una realidad final (en el caso de Althusser, el matar a su mujer, Helene), se convierte en una autoexculpación: ¡¡¡¿¿¿por qué no detuviste la cadena???!!! En juego está la existencia de la voluntad, la posibilidad de la libertad, e incluso las condiciones para que aparezca algo nuevo, es decir, una revolución. Efectivamente, la cadena causal deja nuestra historia como un proceso sin sujeto, en el que Amy no pintaba nada, no podía más que dejarse llevar, y, por tanto, podemos decir que es inocente, es la sociedad la que la ha matado, ella no quería (ni eso, ni ninguna otra cosa, ni importa),... Nada, que muerta y se acabó, tal y como el fantasma de Michael Jackson, bajo la forma de ectoplasma de pared, le pronosticó.

Sin embargo, es curioso que esta acusación de determinista (a Althusser y al fantasma de Jackson), se la haga Rendueles al filósofo francés (que también vivía en un lugar horrible) que justo estaba luchando, a la vez, contra el determinismo y el esencialismo humanista. Althusser advirtió que el suyo no era el estructuralismo de la época (ver "Para leer El Capital", que, eso, tendréis que buscarlo vosotros que yo aquí no lo tengo para citarlo) sino que su concepto de estructura lo tomaba de Marx.

Para la psicología positiva, voluntarista, de hacer la revolución en dos semanas y encontrar trabajo donde sea, o pasarte cuatro años viajando por Europa haciendo couch surfing, etc., lo que más le jode es lo del sujeto, efectivamente, porque esa es la parte de la frase que iba a destinada a ellos, pero es que siguió: "... ni fines". La segunda parte, con la que iba contra el determinismo (del que se el acusa), sería suficiente para salvar la cabeza del viejo Alt, como le llamaba un eminente postmarxista seguidor del fist-fucking. Pero como nuestra manera de mantener vivo a este (y a otros) es no preocuparnos para casi nada de este (ni de otros), nos la suda salvarle la frente, y continuamos.

"La historia es un proceso sin sujeto ni fines". Volvamos al momento Amy, hagamos un poco de literatura: en la bañera de su apartamento, a punto de dar el último trago, o la última fumada ¿no podía Amy elegir?, ¿está, entonces, exenta de toda responsabilidad, luego, de toda libertad? Exculpar a Amy, exculpar a Althusser: triunfo de la representación del héroe víctima de su tiempo, y podemos hacer un póster con su careto. Aquí el sujeto no existe, sólo es una marioneta, no tiene entidad, sólo es el campo de batalla de fuerzas a las que está preso. Sin embargo, esta lectura nos lleva a una nueva linealidad y, desde luego, a una finalidad. Finalidad de la historia, sentido de la historia como combate de esas fuerzas.

Rendueles nos lleva a los coqueteos de Althusser con el psicoanálisis, otra muestra de su deseo de esconderse para nuestro psiquiatra. Para ilustrar esto, podemos ver otra estampa. No tan efectistamente grunge como la de Amy, pero bastante contundente: era el funeral de la organización de Lacan (consciente de lo que le quedaba en el convento, decidió desmontar para que sus seguidores tuvieran que reconstruir de nuevo... o no), y, cuenta Macchiocchi que Alt penetró a hurtadillas, y accedió a la ponencia: "¿Quién es? ¿Quién es ese tipo que ha conseguido colarse?", gritan los no solubles. "¡Lo reconozco! Es Althusser, salido del antro de la Rue d'Ulm", "¿Quién le ha dejado entrar? No pertenece a los no disolubles, ¿Quién lo ha convocado?". "Convocado, sí, por el Espíritu Santo... -responde Althusser- Es decir por la libido, y desde que se sabe que la libido es el Espíritu Santo, no hay nada que rascar". Lacan sigue hojeando el listín de teléfonos. Se queda un buen rato en la letra A. De la A pasa a la L con mayor interés, meditabundo. Althusser lo llama: "Magnífico y lastimoso Arlequín", y por fin baja de la tribuna y se marcha, entre silbidos y murmullos.

En cierta concepción psicoanalítica, la fe en que el desarrollo de las fuerzas como motor para el salto cualitativo de las relaciones de producción, es comparable al desarrollo de la líbido en la/s estructura/s del Yo. Althusser se esconde tanto en esa estructura que la compara con el Espíritu Santo... En fin, esto no son más que anécdotas.

El pensamiento al que Althusser nos invitó, y que Poulantzas, Foucault a su manera, Badiou, Zizek incluso, no es el pensamiento del sujeto, ni el de la direccionalidad de la historia, pero tampoco el de las clases enfrentadas sin más, ... El pensamiento de Althusser es el de la determinación de unos procesos sobre otros, el de la complejidad (no el de la disolución): Althusser nos pide esquemas. Su filosofía no es más que una aportación para empezar a trabajar, no es el cierre del trabajo, si no un llamado a que, a partir de ahí, podamos pensar las relaciones sin simplificarlas. Las teorías del sujeto, al fin y al cabo, terminan siempre en discusiones de bar (más o menos académicas) en plan "todos tenemos un poquito de razón", y Althusser nos llama a que entendamos el proceso de la historia como una complejidad de diferentes agentes (nuestros estudios dirán cuántos) con diferentes relaciones de determinación y sobredeterminación. Los trabajos sobre la escuela en Francia de Baudelot y Estabelet, los trabajos de Poulantzas sobre el imperialismo, ... ¿niegan el sujeto? No, al contrario, nos hablan de diferentes sujetos, de diferentes agentes, todos interrelacionados, lo que está en lógica directa con "... ni fines": está usted aquí, aquí arrojado si se quiere, trata de "subirte al tren en marcha" como haría un vaquero llamado Nikos ("Por un materialismo aleatorio"), comienza ahora, asume la situación, conócela, análisis, ver, y comienza a pensar. Comienza a pensar para organizar lo que tienes, nada de amalgama, nada de reduccionismos (ni en su versión holista tampoco), haz esquemas, establece relaciones, busca tópicas, analiza los encuentros, cuales han durado, cuales no... Y actúa, rompe con las prácticas ideológicas, inaugura prácticas teóricas ("Para leer el Capital"): milita.

Recuerdo aquellas notas, porque nos dejó muy claro que sólo eran notas sobre los Aparatos Ideológicos de Estado: "La ideología interpela a los individuos como sujetos": Amy Winehouse, en el drama, acribillada y marioneta, a la que se le dice: todo está en tu mano, y ella que, en consecuencia, entiende que lo único que tiene en la mano es un último chute. No. No todo está en tu mano, recuerda: primero ve, luego haz un esquema, después actúa, porque no todo está en tu mano. Precisamente, hay muchas cosas que ya han pasado, pero parte de ellas, no fantasees (no te "cuentes cuentos", trata de ser materialista), no crees que eres tú el sujeto de la oración, cuando sólo eres una partecita... Eso sí, en esa parte, en ese lugar, ahí donde estás, sin universalismos, pero, siempre, actúa. Él lo hizo. ¿Y tú? Olvidar esto es la única forma en la que habrán vencido "sus" adversarios. Es curioso, pero esta filosofía, tomada radicalmente, nos acercará a que toda libertad parte de tu responsabilidad, es decir, de dar respuesta a la realidad que vives.

La libertad de Amy. La tragedia de Amy no es no salir de la cadena causal haciendo caso de nuestra fantasía y diciendo NO a las Drogas (como todos los que fuimos traumatizados de chicos con aquel anuncio de televisión en que una oruga entraba en la nariz de un chaval, y desde entonces ni se nos ocurre), porque fantasear es también negarla. Una vez que había cancelado su agenda de conciertos, y volvía a estar atrapado en ese barrio horrible como es el suyo (porque un barrio sin fábricas en Inglaterra es absolutamente horrible) y en las drogas, el alcohol, la soledad... dedicó sus últimos esfuerzos a hacer propaganda de una cantante de 15 años que le encantaba, a la que apadrinaba, y pedía consejos: Dionne Bromfield. Esa fue su rebeldía, asumir las condiciones recibidas y lo que pudo aportar, una nueva voz. Nosotros, ante la angustia y urgencia de la realidad, tendremos que encontrar nuestras Dionne, nuestras luchas, nuestra entrega a partir de la realidad. Porque, aunque llevemos miles de años de cadena causal de lucha de clases, siempre es posible empezar a responder.

jueves, 14 de julio de 2011

No intente esto en su casa: de Semprún a Hessel, tol mundo es bueno: en defensa de la corrupción política.

En serio. Muchas idioteces se dicen en este blog. Y es posible que muchas queden por decir..., pero tenga una cosa clara, cuando Dashiell Hammet y yo hacemos una advertencia, tómela bajo el formato de ley absoluta, y este es el caso. No intente esto en casa, no intente maquillar a nadie, porque eso significa, básicamente, que usted maquilla un cadáver.

Han decidido matar a Semprún: "Demasiado bueno para hacer política en España". Sí, son una panda de hijosdeputa, y sí, yo voy a marcarme una entrada larguísima demostrando firmemente que estos son unos hijosdeputa, porque, claro, esa es su forma de hacernos llevadero que, claro, si los otros no son buenos (luego, son malos) es porque hace falta ser un poquito malo para hacer política, por tanto maquillan el cadáver para maquillarse ellos y etcétera... Pues sí.

Pues sí...

...bueno..., Dashi, ¿qué hacemos?, quiero decir que, bueno, iba a ser un post super largo, pero hemos dicho todo lo que teníamos que decir en dos líneas... Hay que inventarse otra cosa, y rápido, que estos ávidos lectores no sospechen, no vayan a llegar a la conclusión de que las cosas pueden decirse de forma sencilla y se nos vaya al traste-ro tanta parafernalia...

Vale, ya está... Hessel. Hessel dice que Semprún fue un kamarada polizei (kapo, los comunistas solían ser utilizados como policías dentro de los campos de concentración nazis), y su hermano también lo dice... ah, no, que no lo dice, osea, que sí, que sí lo dice, pero que no es verdad (improvisar un post es una lata)... Pero, lo que está claro, es que Hessel es aún más bueno que Semprún, porque le usan para reflotarle o rehundirle: de lo que diga Hessel depende el futuro del alma del difunto. Claro, Hessel es aún más bueno, ni siquiera fue ministro, redactó la Carta de Derechos Humanos, ¿se puede ser más bueno? Aro dice que yo tengo cara de bueno, pero eso lo decía cuando aún Hessel no había publicado su libro, porque eso sí que es tener cara de bueno.

Hessel es tan tan tan bueno, que lo que siente ante lo mal que está el patio es ¡indignación! Y, sí, tú, como cualquier mindundi también la sientes, pero él va y la publica. Pero, además, en imperativo ¡indignaos!

Y van otros, que son españoles, y, por tanto, no tan buenos como Hessel, y su imperativo es aún más directo: DESPERTAD,

ah, no, coño, que esa es la de los Testigos de Jehova... La de José Luis San Pedro es "Reacciona".

Mucho sarcasmo suelto,
rezuma el tema, sí,
efectiviwonder. Pero no te preocupes, es en pos(t) de una buena causa: defender la corrupción política.

Sí, la corrupción política está muy mal vista, y es necesario defenderla, ya está bien de injusticias. Un señor engominado, panzudo, con gafas de chungo y que es marido de la Pantoja, resulta que se queda con pasta. Y nos indigna, es el sumum de la indignación. ¿Sabes por qué te indigna? Pues si no lo sabes, te lo digo yo: te indigna porque te crees que el dinero que ha utilizado para construir sus chaletes es dinero tuyo, de los ciudadanos. Pero eso no es verdad, o al menos, ya no lo es.

Otro ejemplo: viene el Papa a España. Los laicistas se indignan. Llevan su consigna a los altares: NO CON MI DINERO. Ajam... ¿y si se lo paga el Papa?, ¿entonces sí?, ¿y si se lo paga el Ibex-35? Si te lo paga el Ibex-35, entonces puedes hacer lo que te salga, esa es la verdadera consigna laicista hoy (1).

Señoricos y señoricas indignados con la corrupción, aprovechando que ustedes son más buenos, ¿qué ocurre con los políticos que dedican su dinero no a hacerse chaletes con piscina y, por tanto, a pegarse la vida padre sino a construir CIEs, a hacer juicios políticos, a financiar torturas (y legitimarlas, es decir, demostrar que es bueno, osea, necesario)? Todo eso lo hacen políticos de su país, incluso políticos de partidos minoritarios.

Hessel intenta cargarse la política. No, perdón. Intenta sacarla de donde está y meterla en un consejo de administración. No, perdón. Intenta que las decisiones que manejan nuestra vida se tomen únicamente en un consejo de administración.

¿Queréis acabar con la corrupción? Poned una empresa que gestione. Las empresas no son corruptas, no mienten a nadie, funcionan movidas por el beneficio pero es algo que sabes desde el principio. La única política posible tras la indignación es convertir a los hospitales en ONGs, que necesiten financiarse de donaciones para asistirnos. De hecho, la democracia participativa ¿no es eso a fin de cuentas? Fíjense bien, ¿no son empresas/asociaciones las que gestionan y concretan nuestra verdadera participación, subcontratadas por ayuntamientos y diputaciones?

Bajo la consigna: menos poder para los políticos, más poder para los ciudadanos, convertimos al poder en metafísica que pueda ser trasladada de un lugar a otro, como en una esencia que realmente estuviera en una parte. Hablemos de decisiones. El señor Julián Muñoz no es ningún corrupto, es un señor que cogió dinero y lo utilizó para hacerse chaletes, ¡¡¡coño, mucho mejor que el que lo utiliza para bombardear países!!! Julián Muñoz, por ejemplo, tomó una decisión política, sus actos no están fuera de la política, ahora: ¿cual es nuestra política que es mejor que esa, que a su vez es mejor que bombardear países? La idea de la corrupción política nos lleva a que todos los políticos son corruptos, a que el poder corrompe a que... Stop.

Sí, stop. Decisiones concretas. Prefiero a Julián Muñoz, que se pega la vida padre, a Stéphane Hessel, que pide matar gente en Libia. Ambas son decisiones, ambas son acciones políticas.

Por supuesto, todos en nuestra vida tenemos que hacer cosas que no queremos, que van contra nuestras intenciones, ... Claro, es la vida. El señor caradebueno Hessel dice: hay que quitarse de en medio gente, para evitar males mayores. Es muy interesante este punto, a menudo nos hacen ver el momento de la decisión: es doloroso, pero tuvimos que hacerlo, tuvimos que hacer sacrificios, alguien tiene que hacer el trabajo sucio para mantener nuestras democracias, nuestro nivel de vida, evitar un mal mayor (Gadafi, por ejemplo), ... Sí, soy de la opinión de que los libios están haciendo bastantes sacrificios, quizás mayores que los de un señor en La Haya que hace una llamada telefónica.

Hace unos años, cuando halcones gobernaban la Casa Blanca, se dieron algunos momentos interesantes para dialogar sobre esta cuestión, que es, al fin y al cabo, la guerra ideológica que trata de evitar que pensemos en política y sólo pensemos en gestión. Un buen ciudadano yanki, no recuerdo su nombre ni su posición, nos defendía la necesidad legal de la tortura en Guantánamo bajo el siguiente punto: ¿si ese terrorista que tiene usted ante sí sabe dónde está una bomba que va a estallar, no le torturaría para poder encontrarla y salvar así miles de vidas?

Es muy interesante. La urgencia te pone en la posición de suprimir toda moral y tener que gestionar. ¿Qué harías tú?

La posibilidad de la política pasa por mandar a tomar por culo (sí, en plan heterocéntrico a tope) la pregunta tal y como ha sido formulada y decir: ¿y si le torturo a usted para obligarle a que sus multinacionales dejen de atacar el pueblo de este terrorista?, lo mismo así me dice donde está la bomba aún más rápido.

Otro ejemplo, frente a los objetivos del milenio (apoyados por Hessel, por cierto), y su planteamiento de acabar con la pobreza acabando con los pobres, ¿es posible plantear que mientras exista imperialismo habrá pobreza? ¿O simplemente nos indigna la pobreza y por tanto, ante la urgencia del hambre, planteamos primero acabar con los sometidos (esterilizaciones, control de la población forzoso, etc.) a acabar con los que someten?

¿En manos de quién nos ponemos cuando queremos dar una respuesta emocional (y la indignación es una emoción) a cuestiones que nunca han podido reducirse a lo emocional?


NOTAS.

1. No ya las típicas organizaciones laicistas como Granada Laica y demás, si no la misma CNT de Madrid ha sacado un comunicado diciendo que el problema es que el Papa va a utilizar dinero público y espacios públicos, luego, si utilizara espacios privados guay, ¿no? La otra crítica es que la Iglesia hizo cosas malas, mató gente. Oqueimaquei, ¿y algo de lo que dice el Papa hoy? No me refiero a lo que dice El País de lo que dice el Papa, sino a lo que dice el Papa, ¿algo que decir?

No.

Sólo más gestión.

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Este es el blog "Cartas a Dashiell"